viernes, 17 de enero de 2014

Capítulo 29

Quizá sea hora de prepararse, esconderse y, si se puede, bajar el pulso.
Me levanto, sacudo un poco la arena de mi camiseta y escudriño con la mirada cada centímetro de playa y tras pensar un rato decido meterme en el mar. Cabo un agujero y meto la mochila en él, lo tapo bien para que parezca natural y por último cojo un poco de agua de mar para humedecer y aplanar la arena. Antes de eso me ato el cuchillo al muslo, para poder llevarlo dentro del agua y tener las manos libre para nadar; me quito la chaqueta y los guantes,  para que al salir del agua no me pese tanto la ropa pueda correr con facilidad.

Ya no toco el fondo marino con los pies y mis ojos sobresalen mínimamente por encima del nivel del mar, desde aquí veo todo de otra forma: todo es más sencillo... Desde aquí veo Hanna, tras una roca veo a la chica del 1 y entre los árboles vislumbro una figura esbelta y oscura, más bien delgada; pelo corto, alta y con movimientos extraños, no distingo quién es.

Un temblor en el agua inunda mis pensamientos y mis fosas nasales, toso agua por la nariz y la boca; una y otra vez las olas se arremolinan en algún punto delante de mi; miro el fondo y veo que parte de este se hunde y luego sube poco a poco, hay algo enganchado a la plataforma, que cada vez sube más rápido. Subo para coger aire y me sumerjo de nuevo. La plataforma sigue subiendo, y cuando me doy cuenta lo tengo justo debajo; la plataforma me empuja con fuerza hacia arriba, lo que provoca que mis pulmones se inunden de agua, toso agua, pero cojo más de la que expulso. Junto con el agua toso sangre disuelta, y creo que el golpe me ha roto un par de costillas del costado derecho. Entonces comprendo que esa es la mesa del banquete y que puedo ser el primero en coger lo que necesito... me falta el aire e intento nadar, pero parezco la presa de n tiburón: chapoteando torpemente en el agua. Me quedo sordo, no oigo nada; eso me sirve para tranquilizarme, y aunque sigo sordo, nado hasta llegar a la plataforma: con la mano izquierda en el abdomen para agarrarme las costillas rotas, me guío con la mano derecha y avanzo con los pies. Estoy ya encima de la plataforma y aunque sigo sin oír del todo percibo pequeñas vibraciones; veo acercarse a Hanna nadando, por detrás va el chico del 2, y la chica del 1 está parada en la playa (lo más probable es que no sepa nadar, si es así, está perdida); por otro lado, no veo ni a Will ni a Glow y la sombra que vi antes ha desaparecido, o ya no la veo. Me laten los oídos y agarro la mochila con el número 4 grabado en azul brillante, bueno... no es exactamente una mochila es una especie de funda para un palo alargado, no me entretengo en abrirlo y engancho la mochila número siete a la mía; pero antes de poder irme tengo a Hanna casi encima.

4 comentarios:

  1. ¡Abre el paquete-funda-mochila-lo-que-sea ahora mismo Odair! ¡Seras...! Mejor no digo nada ¡Pero joder obviamente es su tridente! ¿Me das permiso para algunas cosas al estilo Johanna?
    Es un capitulo MARAVILLOSO me encanta (A pesar de que Finnick es un poquito torpe al final, pero bueno...es hombre despues de todo e.e)

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    1. Muchas gracias, si realmente te parece bueno participa en el concurso ;)

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  2. A mi también me encanta está muy muy bn

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